DESCANSO Y RECUERDO

Este fin de semana estoy de fiesta en el periódico. El CAI Aragón también se ha tomado dos días de descanso. Veroljub Kosovac dirigió la última sesión semanal hoy por la mañana. Una vez concluida, la plantilla disfrutará de descanso hasta las 10.00 del lunes. A partir de esa sesión, Kosovac comenzará a preparar el partido contra el Arrate, que se jugará en casa. Luego llegará el encuentro a domicilio en la pista del Valladolid (puede ser un choque vital en la resolución de la tercera plaza) y el inicio de la Copa EHF ante el Gold Kozina, competición en la que tantas esperanzas hemos depositado todos.
Como sabéis, mañana no hay Liga Asobal por los distintos torneos internacionales programados en estas fechas. Por este motivo, Kosovac no ha podido contar durante los últimas días con Zaky, Arrhenius, Doder, Lapajne y Ortega.
Además de estos datos puramente informativos, hoy tengo que referirme al entierro de mi amigo Antonio Belío. Entre otras cosas, porque gente como él echaron la sementera para que el balonmano aragonés represente lo que hoy representa. Perdonadme la vena melancólica que abastece estas palabras, pero el último adiós a Antonio, además de reunir ambientes tan heterogéneos como el periodismo, la tauromaquia y la noche zaragozana (los ejes de la vida del maestro), ha aglutinado a la historia viva del balonmano en Aragón. Allí estaban Luis Pedrero y Carlos Polo, que rápidamente excusó la presencia de Alfonso Mateo, que hoy se levantó con catarro. Esto es, las personas que han dado vida a Maristas, Dominicos y Corazonistas, los grandes viveros del balonmano aragonés. También asistieron todos los entrenadores de los años dorados de Helios, a excepción de Cruz María Ibero, que no reside en Zaragoza: José Luis Tejel, Sergio Loidi... Ver a Loidi me hizo especial ilusión, pues cuando entrenaba en Dominicos me quiso fichar en infantiles un día que les metí 11 goles en la vieja pista del colegio, donde ahora hay encima un pabellón. En mi vida he vuelto a meter 11 goles y, por no llegar, no llegué ni a Segunda Nacional... Todos subrayaron la bondad de Antonio y otro dato que se debe destacar: el momento histórico que vive Zaragoza con el balonmano. Antes había ilusión, buenos entrenadores, buenos jugadores. Ahora hay dinero, estructura de club, afición en miles. Ellos saben lo que es sufrir. Ahora toca disfrutar. Paco Poblador, vicepresidente del CAI Aragón, asentía con la cabeza. Félix Brocate, presidente de la Federación Aragonesa y delegado del equipo nacional, también lo reiteró hasta la saciedad anoche desde Vigo, mientras me pedía el teléfono del departamento de esquelas del Heraldo y me decía lo buenos ratos que él también pasó con Belío.