EL SUBCAMPEÓN YA ESTÁ EN KOZINA

Ayer no pude comunicar con vosotros, hermanos del balonmano. Me pasé todo el día viajando. De Zaragoza a Madrid (por tren), de Madrid a Roma (volando voy), de Roma a Trieste (volando vengo), y de Trieste a Izola (en taxi). Trieste está muy cerca de Eslovenia. Su aeropuerto, el de Trieste me refiero, 37 kilómetros más lejos, según consta en el sablazo que anoche me metió el taxista. Todavía estoy temblando... El caso es que ya estoy aquí, junto a nuestro CAI Aragón, para contaros las horas previas a la crucial cita de mañana.
La expedición del conjunto aragonés voló directamente de Zaragoza a Bérgamo, que se encuentra a 400 kilómetros de la frontera. Luego les esperaba cuatro horas en autobús. Llegaron un tanto tarde, con unas tres horas de demora. Por eso hoy no han madrugado demasiado. Ahora mismo, a las 10.25, estoy viendo a varios jugadores pasar hacia el comedor para desayunar. La comida está prevista a las 14.00.
Izola es una ciudad pequeñita, de apenas 25.000 habitantes. El CAI Aragón está concentrado aquí, en el hotel Simonov. Mañana disputará el encuentro en Kozina, una localidad de apenas 2.000 habitantes. Izola besa el mar Adriático. Ahora mismo corre una suave brisa marinera que anoche era semejante al cierzo de cuidado que ruge por Zaragoza. El efecto moderador hace que la temperatura se mueva entre los 5 y los 10 grados, sin ninguna oscilación brusca.
Por la mañana he paseado por el puerto. El mar queda a apenas 100 metros del hotel. En la calle puedo entenderme perfectamente con el italiano que nos enseñó por la tele Rafaela Carrá. Viendo los kioskos, las tiendas, se aprecia que Eslovenia se encuentra mucho más próxima a los Alpes que a los Balcanes. Se disgregaron de Yugoslavia en el arranque de los noventa, pero la actual Eslovenia tiene muy poco de la antigua república unificada. Las diferencias con Serbia son enormes: otra religión, otro alfabeto, otra cultura. Nada tienen que ver los católicos eslovenos con los ortodoxos serbios. El cirílico tampoco se aprecia por ninguna parte. Lamentablemente, lo único que tiene de balcánico Kozina es su equipo de balonmano: talentoso, marrullero y muy competitivo.
En cuanto al CAI Aragón, Kosovac se ha traído a toda la plantilla, esto es, 16 jugadores. Está Cartón, que hoy se probará. El extremo es más necesario que nunca para que el subcampeón continúe vivo en Europa.

Aquí, dos fotos más tomadas esta tarde: