EL VIAJE CONTINÚA EN EL SORTEO DE MAÑANA

En pocas ocasiones un cruce de dieciseisavos de final puede desvelar tanto. Habitualmente, basta con cumplir el expediente, pues el rival no exige más. No es el caso de la eliminatoria que acaba de superar el CAI Aragón. Pienso que en el sorteo que se celebrará mañana no quedan muchas bolas con tanto peligro como reunía el Gold Club Kozina, que me pareció un gran equipo. Este hecho, sin duda, subraya el partido que completó el equipo naranja.
Todos pasamos un poco de miedo. Cuando anoté el segundo parcial (9-5, minuto 10), temía lo peor. Algún forero se ha percatado. Sí, es cierto que me fui de la zona de prensa y presencié el partido a pie de pista desde el banquillo del CAI Aragón, allí junto a mi ordenador portátil y mi cámara de fotos. La razón es que tenía que hacer fotografías del partido y mandarlas al periódico. Así pude ver el encuentro mucho más de cerca, quedarme con gestos que a veces se escapan en las gradas.
Nos habíamos quedado en el minuto 10. La verdad es que Kosovac se la jugó y le salió bien. Retiró a Doder y a Sorrentino, y puso a Víctor Álvarez y Zaky. Como hoy he señalado en la edición de papel de Heraldo, fueron los héroes inesperados de la noche. El central asturiano no iba ni a entrar en la convocatoria, pero la lesión de Marko Krivokapic en el calentamiento propició su entrada. En cuanto a Zaky, hoy, cuando ya han pasado dos días, sigo sin tener palabras para explicar con precisión lo que fue capaz de realizar. Una aproximación puede ser genial, maravilloso, fantántico, soberbio... Algo solo al alcance de un genio como él.
Durante toda la concentración de dos días me mosqueó un tanto la proximidad del presidente a Hussein Zaky. Arregui le estuvo apretando los tornillos. Por eso salió enchufadísimo al partido. Del 9-5 se pasó en cinco minutos a 9-10. Quizás sean los cinco minutos más trascendentes de la historia reciente del CAI Aragón. Los cinco minutos que confirmaron su jerarquía en Europa.
En ese breve instante de tiempo, Zaky ofreció el mayor repertorio de recursos que he visto en mi vida, y puedo aseguraros que he visto unos cuantos vídeos de los tiempos de Vujovic en la Metaloplastika, de Dujshebáev en el CSKA y de Wislander en Kiel. Jamás he visto tanta riqueza técnica junta. Con un equipo ciego en el lado derecho y el pivote extraviado (bien me duele decirlo, pues la temporada de Arrhenius y ahora de Prendes está siendo sensacional), Zaky le pidió la bola a Álvarez y él solito fusiló al Gold Club Kozina. Un gol de cadera, otro en penetración tras finta, otro en suspensión, otro a pie cambiado. Y así hasta hacer 16. Si, sí, he dicho 16. Sencillamente, soberbio. Recuerdo que en la banda comencé a contar con el compañero Iván Ansa, de Aragón Televisión, a ver cuándo llegaba el primer fallo. Iván alucinaba tanto como yo.
La segunda parte sobró. El CAI Aragón se dejó llevar. Hubo momentos tensos al final. Mariano se llevó una buena torta en el pecho y Víctor fue expulsado. El único error de Kosovac llegó en el minuto final, al sacar a la cancha al renqueante Cartón. Todo estaba sentenciado y Cartón recayó de su lesión. También se debe corregir algún gesto de Stankovic y de Doder al ser cambiados. Si el equipo gana, ganan ellos también. Creo que los responsables del club ya han tomado cartas en el asunto.
El final de partido fue maravilloso. Como soy un poco torpe para hacer fotos y la cámara tampoco permitía tomar demasiadas imágenes en movimiento, le pedí a Zaky que se acertara hasta la zona en la que estaba la afición aragonesa para tomar una foto con la gente al fondo. Pretendía que saliera el egipcio, pues fue el gran protagonista del choque, y también pretendía que salieran los aficionados que acompañaron al equipo hasta Kozina. Me refiero a Arregui; a los directivos Poblador, Alberto Sainz y Javier Ariño; a padres del balonmano aragonés como Tejel o Fernando Fraile (y a Cuqui, por supuesto) ; a los peñistas del bar Sanaú; al excéntrico Fran Grau; a José... A tantos aficionados que están viviendo una felicidad con la que nadie contaba hace tan poco tiempo.
La afición del Gold Club recibió bien la derrota, e incluso se pagó unas copas en el bar del vetusto pabellón. Allí pude conocer a foreros como Beno73, que también viajó para apoyar al equipo. Lamento que no pudiera atenderos como quisiera, pero es que entonces ya eran casi las 22.00 horas y tenía que mandar la crónica.
Como había estado liado haciendo fotos, comencé a escribir la crónica en el viaje de vuelta. Siempre gusta más contar cosas buenas. En los 20 kilómetros entre Kozina e Izola me dio tiempo a masticarla. Luego cuando llegué al hotel, me salió casi de carrerilla: Zaky me la regaló con su exhibición de juego. Terminé de pasar las dos pagínas y las fotos pasadas las 12 de la noche. Es decir, como dice algún forero, cené un par de galletas, pues la cocina del hotel estaba cerrada. Me pasó como en Ciudad Real... pero al menos aquí pasamos.
Después de cenar (bueno, cenar...), me fui a tomar unas copas con Alberto Sainz, Fraile (y señora), Tejel (y señora), Arrhenius, Poblador y un largo etcétera. Allí las copas son pequeñitas. O sea, para calentarse un poquito hay que tomar al menos media docena. Hablé menos de lo que hubiera querido con Tejel y Fraile, a quienes siempre pregunto por cómo evolucionan en los equipos de Corazonistas los hijos de dos compañeros en Heraldo, ex jugadores de Anaitasuna y Maristas, y grandes amantes del balonmano, como son Ángel Gorri y José Manuel Lozano. Sus hijos juegan ahora en el equipo cadete. Tejel y Fraile entrenan el equipo infantil. No es porque sean amigos míos, pero es una bendición que un ex entrenador de Asobal como Tejel y una persona con los conocimientos de Fraile formen a chavales. Por cierto, ojito con este equipo infantil en el Campeonato de España. Porque en Aragón, me temo que no los frena nadie. Igual estamos ante otro gran equipo de Corazonistas, como el que el pasado sábado celebró 25 años de su éxito en el Campeonato de España, con Alfonso Mateo de entrenador y Fernando Bolea de líder.
Me he desviado un poco del tema, pero considero que también hay que dar cabida en este ventanuco a los chavales que vienen pegando fuerte desde abajo (Ariño junior, Del Valle...). El viaje hacia los octavos de final lo concluí ayer, cuando llegué a medianoche a casa. Aunque estaba hecho polvo, ya estoy deseando que mañana se sorteen los octavos para contaros otra nueva etapa con el CAI Aragón por los caminos de Europa. Crucemos los dedos para esquivar a los alemanes y los daneses.