13 de abril de 2008

AQUÍ, NORDHORN

Aquí, Nordhorn. Buenas noches, amigos del balonmano. Anoche intenté entrar en comunicación con vosotros pero me fue imposible. Esta noche ha habido más suerte con Internet y puedo transmitiros las últimas impresiones del CAI Aragón antes del decisivo encuentro de mañana. El equipo aragonés llegó en la noche del pasado viernes a Nordhorn. La expedición partió de Zaragoza rumbo a Bruselas. Después de tomar tierra en el aeropuerto de Bruselas Sur-Charleroi, llegó a Nordhorn tras cinco horas de autobús.
El CAI Aragón realizó hace escasas horas el último entrenamiento previo al encuentro. Las plantilla parece concienciada de lo mucho que mañana hay en juego. A la sesión asistió el presidente del club, Ricardo Arregui, y el director deportivo, Óscar Mainer. También han acompañado al equipo hasta Alemania los directivos Domingo Aguerri, Alberto Sainz, Paco Poblador, Carmelo Postigo, Javier Ariño y Jesús Asín. El Ayuntamiento de Zaragoza está representado en la persona de Luis María Garriga, asesor del concejal de Deportes, Manu Blasco. Álvaro Burrel, director general del Deporte de Gobierno de Aragón también llegó hace unas horas. Félix Brocate, presidente de la Federación Aragonesa de Balonmano, también ha confirmado su presencia. Familiares de jugadores y alrededor de una docena de seguidores acompañan al equipo.
En la última sesión de preparación, Kosovac ha insistido mucho en la precisión en los pases. Ya pensaba que iba ensayar la defensa mixta sobre Glandorf, pero al final me ha confirmado que en principio no la va a plantear. Parece, a tenor de lo ensayado ayer, que Beno Lapajne defenderá la puerta. Otra de las incógnitas que quedaba por resolver era el estado de Toño Cartón. El extremo asturiano jugará definitivamente, a pesar de las molestias que arrastra en su brazo izquierdo.
El pabellón de Nordhorn es pequeñito. Se parece bastante al de Antequera o al de Altea. Dicen que caben más de 4.000 espectadores, aunque para alcanzar tal capacidad haya qye hacer varias filas de espectadores de pie. La pista estaba en buenas condiciones. Lo peor me ha parecido la escasa distancia entre las gradas y la pista.
De vuelta al hotel, todos comentamos el encuentro que presenciamos en el autobús, el Hamburgo-Ciudad Real, en el que los alemanes disfrutaron de una última posesión que podía haberles conducido a la final. El internacional francés Gille estrelló esa última bola sobre Sterbik. El deporte es así. Mañana hay mucho en juego. Hay que llegar a la última posesión con la eliminatoria resuelta.